Pasó una década para que Junior Guerra tuviese el rol que ostenta hoy en día. Y vaya que ha estado a la altura, puesto que exhibe una foja de 4-1 con efectividad de 3.67 en 10 aperturas con losCerveceros de Milwaukee en su primera temporada como abridor en la Gran Carpa.
Pero nada es casualidad. Además de la confianza de su mánager Craig Counsell y la perseverancia durante toda su carrera, Guerra ha tenido como base de su éxito su splitter, lanzamiento que no es muy usado en las Grandes Ligas, pero que el criollo lo ha desarrollado a un nivel único.
“En realidad, desde que comencé a ser pitcher en 2007 lo estuve practicando”, dijo el serpentinero a MLB.com. “En 2010 le pude conseguir la confianza para tirarlo en cualquier tipo de conteo. Gracias a Dios me está dando los frutos de sacar los bateadores de out y de ser un pitcheo difícil de descrifrar”.
El movimiento de su splitter, una recta que “cae” cerca del plato, le ha servido para salir airoso de situaciones como las de este miércoles, cuando ponchó a Stephen Vogt con un hombre a bordo en el séptimo inning de su actuación frente a los Atléticos de Oakland. Los lupulosos apenas ganaban 4-2.
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